lunes, 11 de julio de 2011

Año Viejo


            Despierto con el repicar de las campanas
Anunciando que el año viejo se va
Con mis doce uvas en cada campanada
Alzo la copa de vino con sabor amargo
Feliz año mi familia
Feliz año mis hijos
Feliz año soledad.

Qué tristeza soledad!!!
La soledad es como un aleteo de ahogado
Como un santuario  sin luz
Mendigos en los túneles de la oscuridad
Acurrucados en los portales de templos sagrados
Sin el abrazo de feliz navidad.

Sus amigos fieles
Una familia de perros
Con lenguaje de aullidos nobles.

El dolor del silencio
Me llenan los ojos de lágrimas
El pecho de quejidos.

Busco la luz de la esperanza
En el manto azul del cielo
En las estrellas rutilantes.

Árboles desnudos
Que duermen de pie
Como la Ceiba de San Francisco
Firme como la palma en el llano.

Con un bastón en la mano
En un mecedor meciéndome
Como el viejo ermitaño
Que se niega morir
Malaya unos quince años
Añoranzas de juventud.

Caracas, Diciembre 2009






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